¿Es migrar un derecho humano?

La respuesta rápida es un sí, lo dice la Declaración Universal de Derechos Humanos.

El Artículo 13 de la Declaración Universal de Derechos Humanos, firmada por todos los países del mundo en París en 1948, establece que "toda persona tiene derecho a circular libremente y a elegir su residencia en el territorio de un Estado" y que "tiene derecho a salir de cualquier país, incluso del propio, y a regresar a su país".

A primera vista, la Declaración Universal podría llevar a pensar que es posible abandonar el lugar de origen y establecerse en otro sitio, independientemente de las causas o motivaciones. Sin embargo, en la práctica, la legislación internacional no reconoce el derecho a migrar, es decir, a entrar en un país procedente de otro. 

Entonces, ¿cuál es la situación actual? Para que exista un derecho a migrar, se requeriría no solo el reconocimiento de la libertad de desplazamiento de las personas, sino también el derecho a entrar en cualquier país sin restricciones. Sin embargo, cada país tiene la potestad de decidir quién puede cruzar sus fronteras y, en muchos casos, restringen la entrada en su territorio mediante medidas como la exigencia de pasaportes o visados, controles policiales e incluso la construcción de vallas o muros en sus fronteras.

La existencia de un derecho a migrar implicaría que los Estados no tendrían la autoridad para controlar sus fronteras ni para restringir la entrada de personas en su territorio de manera generalizada, lo que podría implicar una pérdida de uno de los elementos fundamentales de su soberanía nacional.

Un avance significativo en el reconocimiento de los derechos de las personas migrantes fue la aprobación de la Convención Internacional sobre la Protección de los Derechos de todos los Trabajadores Migratorios y sus Familiares, que entró en vigor en el año 2021. Sin embargo, hasta la fecha, ningún país receptor de migrantes, incluyendo a todos los países desarrollados y otros como India o Sudáfrica, ha ratificado este protocolo.

Foto de apertura: Loraine y Javier, una pareja venezolana de Valencia, caminan desde Venezuela hacia Perú con sus amigos en busca de una vida mejor. Más de 7,1 millones de venezolanos han abandonado su país en busca de una vida mejor en los últimos años. Los migrantes recorren miles de kilómetros a pie, al costado de carreteras, en terrenos peligrosos y en duras condiciones climáticas, exponiéndose a todo tipo de peligros y amenazas, incluidos grupos criminales y contrabandistas. Foto OIM/Gema Cortes.