América Latina y su transformación migratoria: desafíos y oportunidades

Una visión experta de la movilidad humana desde los ojos del PNUD

Por Johanna Sáenz
LAC Human Mobility Regional Advisor
Governance Team
Regional Centre for Latin America and the Caribbean, UNDP

"América Latina debe adaptarse y promover

la migración como un factor de desarrollo, 

fomentando sociedades más justas e inclusivas."

Sin embargo, en los últimos años, hemos presenciado un cambio significativo: si bien los flujos migratorios continúan, cada vez más personas se dirigen a otros países dentro de la misma región. Este cambio abrupto en la realidad de la región plantea desafíos inéditos y requiere una adaptación que aún no está completamente preparada para afrontar.
 

Ruta migratoria

Además, emerge una segunda ruta migratoria que atraviesa el Darién, donde confluyen ciudadanos venezolanos, así como personas de Haití, Ecuador y Colombia. Estos migrantes siguen una ruta que los lleva desde el Parque Nacional Darién en Panamá, cruzando Costa Rica y, posteriormente, Nicaragua y los países del norte de Centroamérica, con el objetivo final de llegar a México y, finalmente, a Estados Unidos.

No obstante, también observamos flujos migratorios extracontinentales, provenientes de África y Asia, que ingresan a América Latina a través de Brasil. Estos migrantes siguen una ruta que los lleva desde Brasil, atravesando Colombia, y luego se unen a otros flujos migratorios en Panamá, continuando su camino hacia el norte.

En el Caribe, se desarrolla otro tipo de flujo migratorio que involucra las grandes islas, como Jamaica y República Dominicana. La intención es llegar a las costas de Centroamérica o directamente a las costas de Estados Unidos.
 

Relación entre migración

En cuanto a la relación entre migración y seguridad ciudadana, es esencial desmitificar ciertas creencias. Estudios en Colombia han buscado validar la idea de que la presencia de migrantes venezolanos ha aumentado la inseguridad, concluyendo que esta percepción no es respaldada por datos. De hecho, se ha demostrado que son más propensos a ser víctimas de delitos, incluyendo la desaparición de personas.

A pesar de que existen estudios en desarrollo que buscan explorar la relación entre migrantes venezolanos e inseguridad ciudadana en los países andinos, aún no se han publicado resultados definitivos.
 

En este contexto, América Latina debe adaptarse y promover la migración como un factor de desarrollo, fomentando sociedades más justas e inclusivas. Esto implica fortalecer la cohesión social en contextos de movilidad humana. Es imperativo reconocer que la migración es una realidad que no solo involucra a quienes parten, sino también a quienes reciben y a las sociedades en su conjunto.