Un día para recordar a los migrantes del mundo

Migrantes venezolanos
Foto: OIM/Gema Cortés.

Migración: Movimiento de personas fuera de su lugar de residencia habitual, ya sea a través de una frontera internacional o dentro de un país.

Se puede migrar de país, de región, de ciudad e incluso de barrio o distrito. Puede ser permanente o temporal. Regular o irregular. Por motivos laborales o climáticos. Por conflictos puntuales o por una situación de inseguridad permanente. Casi todos, por una causa o por otra, en algún momento de nuestras vidas, somos migrantes incluso en nuestro propio entorno.

Por eso, desde hace 23 años, se celebra cada 18 diciembre el Día Internacional del Migrante para conmemorar la aprobación de la Convención internacional sobre la protección de los derechos de todos los trabajadores migratorios y de sus familiares el 18 de diciembre de 1990. El objetivo de este día es posicionar a la migración como una de las soluciones a los desafíos mundiales, entre ellos el adaptarse a los impactos del cambio climático o brindar mejores oportunidades económicas y calidad de vida a las personas.

Según datos de las Naciones Unidas, se estima que en 2020 había aproximadamente 281 millones de migrantes internacionales. Esta cifra, sin embargo, no deja de aumentar año tras año debido a factores como conflictos, desplazamientos forzados o cambios en las condiciones económicas y políticas de los países.

Independientemente de los motivos que obligan a las personas a desplazarse, los migrantes y/o desplazados se encuentran entre los grupos más vulnerables y marginados de la sociedad y, con frecuencia, están expuestos a abusos y a explotación. Tienen limitado acceso a servicios esenciales como la salud, y deben enfrentar agresiones xenófobas y estigmatización debido a la difusión de noticias falsas. Además, muchos trabajadores migrantes tienen ocupaciones temporales, informales o sin protección, lo cual los expone a un mayor riesgo de inseguridad, despidos, y condiciones laborales precarias.

 

Botas y mochila de un migrante.

Foto: OIM/Gema Cortés.

Sin embargo, las personas en movimiento (trabajadores, estudiantes, emprendedores, familias, etc) son agentes impulsores de desarrollo tanto de los países de origen como en los de destino. Si se la gestiona adecuadamente, la movilidad puede ser una piedra angular para el desarrollo sostenible, la prosperidad y el progreso.

Por este motivo, toda la comunidad internacional busca herramientas centradas en las personas y basadas en evidencias para intentar solucionar los problemas tanto de los que permanecen en sus lugares de origen como de aquellos que desean o que deben desplazarse.

Y ahí, proyectos como Infosegura, surgido de la alianza entre el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), monitorean y analizan los datos de migrantes para acompañar y asesorar a los países en la formulación de políticas efectivas en materia de seguridad ciudadana.

Junto a la llamada ruta del Mediterráneo, donde cada año mueren trágicamente miles de migrantes, la de América Central hacia los Estados Unidos involucra a personas de países como Honduras, Guatemala y El Salvador, pero también, en los últimos años, de Venezuela, Colombia, etc., que buscan llegar al norte en busca de mejores condiciones de vida y seguridad. Los peligros en el camino, que incluyen bandas criminales y condiciones adversas, hacen que muchos migrantes pierdan incluso la vida o desistan de su sueño.

"La travesía por el Darién es una de las rutas más mortales y arriesgadas para los migrantes en América Latina. Las condiciones extremas y la exposición a la violencia hacen que esta sea una experiencia angustiosa para quienes buscan una vida mejor", asegura Marcela Smutt, Coordinadora Regional del proyecto Infosegura.

Según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), en 2020 había alrededor de 38 millones de migrantes internacionales en América Latina y el Caribe.

El Día Internacional del Migrante nos recuerda la importancia proteger los derechos de los migrantes, de reconocer su contribución a nuestras sociedades y de trabajar para conseguir unas condiciones de vida dignas en los países de origen.