La violencia sale cara
Más de 14,000 millones de dólares. Esto es lo que le cuesta anualmente la violencia a El Salvador, Guatemala y Honduras, según estimaciones realizadas en el estudio “Costos económicos de la violencia en los países del norte de Centroamérica” publicado por el Proyecto Regional PNUD Infosegura.
Si bien los datos indican que en los últimos años la tasa de ocurrencia de algunos delitos muestra una tendencia descendente, debemos tomar en cuenta como a las incuantificables pérdidas en vidas humanas a consecuencia de la violencia, hay que agregar los gastos que suponen las desapariciones, la violencia física, sexual o psicológica contra las mujeres y las niñas y los robos, los hurtos y las extorsiones. En total, para el año 2019, los costos de la violencia en estos tres países fueron de US$14,704.62 millones de dólares en 2019, lo que supone un monto prácticamente idéntico al presupuesto nacional de Honduras ($14,805 millones de dólares) para este 2022.
El informe tiene por objetivo cuantificar los costos económicos que la violencia genera en los países del norte de Centroamérica. Desde una perspectiva contable, el documento estima todos los costos tangibles e intangibles de la violencia, clasificados en cinco grandes categorías: i) costos en salud; ii) costos institucionales; iii) costos preventivos en seguridad privada; iv) pérdidas materiales, y v) costos indirectos relacionados con los efectos de la inseguridad sobre la inversión y el crecimiento económico.
Al desglosar la cifra total entre los tres países, los datos indican que en 2019 los costos económicos de la violencia ascendieron a 3,727 millones de dólares en El Salvador, lo que supone un 13.86% del PIB nacional; 7,495 millones de dólares en Guatemala, o un 9.74% del PIB de este país; y 3,482 millones de dólares para el caso de Honduras, esto es, un 13.87% de su PIB nacional. Expresados en términos de la carga tributaria de 2019, los recursos perdidos debido al fenómeno de la violencia equivalieron a un 79%, un 97% y un 93% de la recaudación total de impuestos de El Salvador, Guatemala y Honduras, respectivamente.
El informe también señala que los costos médico-hospitalarios por violaciones, violencia contra la mujeres y violencia intrafamiliar suponen algo más del 50% de los gastos totales solo en ese rubro, lo que sin duda dificulta el avance hacia el logro del Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) número 5. Por países, los costos médico-hospitalarios asociados a la violencia contra las mujeres y las niñas supusieron un total de 31.7 millones de dólares para El Salvador. En Guatemala, estos costos ascendieron a 80.1 millones en el caso de Guatemala y a 16.8 millones de dólares en Honduras (no se tienen datos del rubro “costos por violencia contra las mujeres”).
La inseguridad impacta negativamente la vida en sociedad, deteriora la convivencia pacífica y atenta contra las capacidades, opciones y libertades de las personas. Reducir la violencia en todas sus formas es un requisito previo para alcanzar mayores niveles de desarrollo humano y un objetivo central de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.