Decisiones informadas, decisiones acertadas

Conseguir datos de calidad y en cantidad, ayuda a los gobiernos a tomar mejores decisiones. Y ahí, Infosegura, tiene mucho que decir.

Centroamérica ha sido considerada por años una de las regiones más peligrosas del mundo. Y si bien los datos facilitados por las instituciones muestran un descenso en indicadores clave como los homicidios en los últimos años, todavía persisten determinados factores asociados a la violencia y la inseguridad, como las desigualdades, la falta de oportunidades, la corrupción o la violencia contra las mujeres y las niñas, que impulsan a muchas personas a buscar un futuro mejor lejos de su país. 

Casi la mitad de los hondureños y nicaragüenses y uno de cada tres guatemaltecos y salvadoreños dejaría su país en busca de mejores condiciones si pudiera hacerlo, según la última Encuesta de opinión pública de CID Gallup. Las causas son varias, desde la falta de tejido productivo que garantice unas condiciones de vida dignas a los cada vez más frecuentes desastres climáticos, pasando por la inseguridad o la ausencia de servicios públicos eficientes. 

En números eso se traduce en que solo en 2022, más de 700,000 nacionales de Honduras, Guatemala, El Salvador y Nicaragua dejaron sus respectivos países para migrar al próspero norte, según la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de los Estados Unidos.

 

Gráfico con el total de migrantes salidos de Honduras, Guatemala y El Salvador hasta 2020.

 

Los datos se presentan, una vez más, como la herramienta más fiable para conocer el fenómeno migratorio. En este contexto, el programa Infosegura, la primera alianza estratégica regional entre el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), lleva casi 10 años trabajando en la región con un objetivo muy claro: acompañar a los Estados en la formulación e implementación de políticas públicas basadas en evidencias (datos) para reducir la inseguridad en Centroamérica.

Según el informe Seguridad ciudadana, movilidad humana y desarrollo en los países del norte de Centroamérica de Infosegura, al término de 2020, 1.59 millones de personas originarias de El Salvador, 1.37 millones de Guatemala y 985,077 de Honduras vivían fuera de sus países de origen según datos del Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de Naciones Unidas (ONU DAES). En total, 3.95 millones de personas, lo que representa un 12.2 por ciento de la población total de las tres naciones. De este total, 9 de cada 10 personas migrantes viven en Estados Unidos.

El informe expone, basándose en cifras, algunas de las cuestiones que rodean el fenómeno migratorio como, por ejemplo, las causas que impulsan a cientos de miles de personas a dejar sus países cada año. 

En concreto, el informe destaca que la falta de oportunidades económicas y los altos niveles de pobreza (74%) son las principales razones por las cuales las personas migrantes de los países del norte de Centroamérica emprenden su viaje para llegar y vivir en Estados Unidos. Después encontramos la posibilidad de reencontrarse con sus familiares (43%) y alejarse de la violencia y la inseguridad (41%). 

También se fija en un fenómeno que ha ido en aumento en los últimos años como es el retorno voluntario al lugar de origen. Al cierre de 2022, el número de personas retornadas mostró un incremento de 119.4% con respecto a 2020 (107,388 personas).

En los últimos seis años las mujeres y las niñas han representado el 25% del total de personas retornadas, según el informe de Infosegura. Y el número va en aumento, ya que, cada vez más, las mujeres que sufren violencia en su entorno familiar o social muestran más interés de emigrar.

En cuanto a los desplazamientos internos forzados, el informe apunta dos causas principales: las pandillas o bandas criminales y los eventos climáticos extremos que obligan a las personas a salir de sus hogares.

Cifras de ACNUR y el Banco Mundial indican la existencia de aproximadamente 701,170 desplazados internos en los tres países del análisis, de los cuales el 54.5% estaba en Guatemala (OCHA Services); el 35.2%, en Honduras; y el 10.1%, en El Salvador (Operational Data Portal-UNHCR 2021).

 

Migrantes venezolanas esperan asistencia después de cruzar el llamado tapón del Darién en Panamá.

Migrantes venezolanas esperan asistencia después de cruzar el llamado tapón del Daríen, en Panamá. Foto: IOM/Gema Cortes.  

 

Con los datos en la mano, y ante un fenómeno tan diverso, Infosegura lleva casi 10 años incidiendo en la necesidad de que los países del norte de Centroamérica cuenten con políticas públicas integrales centradas en las personas, con perspectiva de género y foco territorial.

Durante este tiempo, Infosegura ha usado un enfoque novedoso en la gestión de datos. El uso de herramientas y tecnologías innovadoras, como los sistemas de información y los portales de datos abiertos, ha sido crucial para mejorar la transparencia y eficacia de las políticas de seguridad ciudadana. Además, Infosegura fomenta la capacidad local, asegurando que las habilidades y recursos proporcionados sean utilizados de manera eficiente para un impacto duradero. Herramientas como el chatbot Sara y los índices de priorización territorial en Honduras son ejemplos de cómo la tecnología se utiliza para hacer frente a desafíos complejos.

La misión de Infosegura está desde el principio vinculada a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas. La iniciativa trabaja para avanzar en temas como la justicia, la paz, la inclusión (ODS 16) y la erradicación de la violencia contra mujeres y niñas (ODS 5)

Su impacto puede medirse tanto cualitativa como cuantitativamente. Con el respaldo a más de 100 instituciones, la creación de más de 160 productos de conocimiento y la formación de más de 3,000 personas, la iniciativa se ha posicionado como un aliado privilegiado para los gobiernos en su lucha contra la inseguridad, la brecha de género o los problemas derivados de la movilidad humana. 

 

 

 

Foto de apertura: Personal de la OIM ofrecen ayuda en el Centro de Recepción de Migrantes de Metetí, en Panamá. Foto: OIM/Gema Cortes.