Trata de personas: Cuando los seres humanos son la mercancía
“Conocí a una señora que me dijo que me fuera con ella, que me iba a conseguir un trabajo. Esa señora me llevó y me dijo que íbamos a tener dinero, que en dos meses íbamos a tener bastantes cosas. Yo le hice caso y me fui con ella”. Este es el extracto de una historia real, la de una adolescente centroamericana captada por una red de trata de personas. La obligaron a prostituirse. Una historia que, lamentablemente, se repite una y otra vez. Que se ceba con los más vulnerables y, sobre todo, con mujeres y niñas.
Cuando oímos hablar de trata de personas imaginamos a gente encadenada, privada de su libertad o siendo abusada. En la mayoría de las ocasiones la trata implica situaciones de abuso físico por el que una persona somete a otra. En otras, sin embargo, los casos de trata no son algo oculto o marginal, están delante de nosotros, aunque no los veamos.
Jornadas laborales eternas, remuneraciones muy bajas o inexistentes, personas a las que se les retiene su pasaporte, o se las prohíbe hablar con otras personas, o que viven bajo amenaza constante. La trata puede darse dentro de un país o durante tránsitos migratorios. De hecho, los trabajadores migrantes son hasta tres veces más vulnerables a ser víctimas de trabajo forzoso. Pueden ejercerla desconocidos o personas cercanas a las víctimas. La mayoría de las víctimas son mujeres y niñas y, una de cada cuatro víctimas, es menor de edad.
La trata de personas es uno de los ejes sobre los que gira el trabajo del Proyecto Regional Infosegura, la iniciativa del del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en América Latina y el Caribe en colaboración con la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID). Un buen ejemplo de ello es el recientemente presentado Flujograma de justicia de los delitos contemplados en la ley contra la Violencia Sexual, Explotación y Trata de personas (Junio 2023).
Según el estudio Estimaciones mundiales sobre la esclavitud moderna: trabajo forzoso y matrimonio forzado, de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), Walk Free Foundation y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), 50 millones de personas sufrían las consecuencias de la trata a nivel mundial en 2021, más que toda la población de Centroamérica y República Dominicana juntas.
Esta cifra representa un incremento de 10 millones de personas en solo cinco años. De esos 50 millones, 27.6 millones son obligadas a trabajar en contra de su voluntad y 22 millones están en un matrimonio forzado.
La trata de personas en el mundo sigue afectando principalmente a mujeres y niñas, que son el 65 % de las víctimas identificadas. Sin embargo, hay un repunte en el número de hombres y niños en comparación con el reporte anterior (35 % del total de víctimas identificadas). Eso es lo que señala el Reporte global sobre trata de personas de la Oficina de Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito (UNODC por sus siglas en inglés).
La explotación sexual se mantiene como la principal finalidad de explotación en el mundo (50 % de los casos identificados), pero se registra un incremento en casos de trabajo forzado y algunas otras formas de explotación como la mendicidad ajena (del 34 % en 2016 al 38 % en el 2020).
Los sectores en donde mayor ocurrencia de casos de trabajo forzado identificados son el trabajo doméstico, el sector de la construcción, los sectores de economías rurales como la agricultura, economías extractivas como la minería, el sector textil y los trabajos informales.
El informe de UNODC señala que los principales factores de riesgo que son aprovechados por los tratantes en el mundo, son las necesidades económicas, la condición migratoria irregular, antecedentes de conflictos familiares, principalmente en casos de niños, niñas y adolescentes, y la generación de dependencia afectiva con el tratante como mecanismo de sometimiento.
Más del 90 % de los casos identificados en Suramérica son de origen de la misma región. Es decir, la mayoría de las víctimas identificadas son del mismo país o de países vecinos
El 30 de julio se celebra el Día Mundial contra de la Trata de Personas.