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El Informe sobre Desarrollo Humano El Salvador 2018 (IDHES) ¡Soy Joven! ¿Y ahora qué?, analiza avances en el desarrollo humano de las juventudes salvadoreñas, así como los desafíos que enfrentan en áreas fundamentales para su bienestar, tales como la educación, el trabajo, la participación y la reinserción. Los informes sobre desarrollo humano del PNUD parten del principio de que la persona debe estar al centro del desarrollo, y que la mayor riqueza de un país está en su gente.
El presente informe brinda datos relevantes sobre el impacto de la violencia en las personas jóvenes y mide la capacidad de resiliencia con la que la juventud salvadoreña maneja las adversidades que encuentra en su vida diaria. También plantea el problema de la estigmatización cultural que este grupo poblacional enfrenta en el contexto de la violencia y cómo esto incide de manera negativa en sus oportunidades laborales y educativas. Asímismo, el informe busca aportar insumos para trascender hacia un nivel de desarrollo humano alto y al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, lo cual es posible sí se reflexiona con miras al futuro, buscando tender puentes intergeneracionales y utilizando como base los principios de la agenda desde su enfoque de capacidades, enfoque de derechos y factores de protección.
De manera consecuente, el Informe identifica cinco grupos de jóvenes que requieren de especial atención en las políticas públicas y presenta una serie de propuestas para garantizar la plena realización de sus necesidades y derechos:
Otros aportes del IDHES
Uno de los principales aportes del IDHES es que presenta la primera Encuesta de Resiliencia Juvenil El Salvador (2016), en la cual participaron 4,320 jóvenes. Esta analizó tres tipos de factores relacionados con la capacidad de sobreponerse a las adversidades: individuales, familiares y del contexto (espiritual, escuela y comunidad).
En una escala de 1 a 5, la resiliencia promedio de la juventud salvadoreña es de 4.37. La resiliencia es más alta en las mujeres que en los hombres y es superior en la juventud temprana (15 a 19 años), principalmente debido al involucramiento de la familia. La encuesta también midió los niveles de participación juvenil . Solo 6.7% de las y los encuestados había participado en una o más organizaciones juveniles o comunitarias en el último año.
El informe plantea que se requiere de un gran pacto intergeneracional para realizar y financiar las medidas que permitan que la población joven salvadoreña aproveche al máximo su potencial, se involucre y se convierta en un agente de cambio.
Esta investigación fue realizada con fondos de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) y del Proyecto Regional Gestión de la Información basada en evidencias para la Seguridad Ciudadana en América Central y República Dominicana (Infosegura) del Buró Regional para América Latina y el Caribe del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD-RBLAC); así como del Banco Centroamericano de Integración Económica. La publicación también fue posible gracias a los aportes de otras agencias del sistema de las Naciones Unidas como la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), al Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), al Programa Mundial de Alimentos (PMA), al Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) y al Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).
A continuación publicamos la versión completa del Informe sobre Desarrollo Humano 2018, seguido de la versión resumen.
Lee o descarga la versión Resumen