Acabar con la violencia contra las mujeres pasa también por los hombres (Parte I)

Hombre con la mano extendida
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La violencia de género no es un “problema de las mujeres”. Es un problema de toda la sociedad, y no se puede dejar únicamente en ellas el acabar con esta pandemia. El aliado natural es el hombre, causante, por otro lado, de la inmensa mayoría de los actos de violencia contra las mujeres y las niñas. Ellos deben convertirse en protagonistas, compartir la responsabilidad y participar activamente.

En el marco de los llamados 16 Días de activismo que se celebran entre el 25 de noviembre, Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, y el 10 de diciembre, Día Internacional de los Derechos Humanos, la sociedad civil y todas las agencias de las Naciones Unidas alzamos la voz un año más para erradicar esta lacra bajo el lema “¡ÚNETE! Invierte para prevenir la violencia contra las mujeres y las niñas”.

Y dentro de esta campaña, desde Infosegura queremos analizar el papel del hombre como aliado en la lucha contra la violencia de género, y ver qué iniciativas han sido exitosas para lograr este objetivo e implicar al género masculino en la lucha activa frente a este drama.

Infosegura, es la iniciativa del PNUD en colaboración con la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), que trabaja desde hace casi 10 años con datos. Y son precisamente los datos los que mejor reflejan la realidad de la violencia de género en la región.

En Centroamérica y República Dominicana, según Infosegura en base a cifras oficiales de las instituciones nacionales, 9 de cada 10 víctimas de delitos sexuales son mujeres y niñas. Cada día de 2021 desaparecieron en Guatemala cuatro mujeres y niñas. En El Salvador fueron dos al día.  El año pasado, 862 fueron víctimas de femicidio/feminicidio, aunque los delitos de violencia intrafamiliar se redujeron más de un 30%, de 10,178 en 2021 a 7,019 en 2022. Y casi una de cada cinco mujeres de entre 20 y 24 años se casó antes de cumplir los 18 años en 2021.

A nivel global, se estima que 736 millones de mujeres, casi una de cada tres, han experimentado violencia al menos una vez en su vida (30% de mujeres de 15 años o más). La mayoría de esas agresiones son perpetradas por parejas o exparejas, afectando a más de 640 millones de mujeres (26% del total). En total en 2021, unas 45,000 mujeres y niñas, cinco cada hora, murieron a manos de sus parejas u otros miembros de su familia .

La inmensa mayoría de estos actos son perpetrados por hombres. Y es sobre los hombres precisamente donde, según los expertos, hay que incidir para que pasen a ser aliados activos y agentes de cambio en la prevención de la violencia de género.

En los últimos años, ha habido un aumento en los esfuerzos para involucrar al género masculino en la prevención de este tipo de delitos. Los investigadores están evaluando el impacto de estos programas, aunque las evidencias disponibles hasta el momento se centran principalmente en programas dirigidos a agresores. Aún queda mucho por aprender sobre cómo los hombres y los niños pueden contribuir a la seguridad de las mujeres y la equidad de género.

Uno de los primeros pasos que los hombres pueden dar es querer educarse sobre las raíces y las consecuencias de la violencia de género. Esto implica profundizar en la comprensión de cómo los roles de género tradicionales y las normas sociales contribuyen a esta problemática, y cómo pueden ser transformados.

Gerald Mora, Coordinador Adjunto del Proyecto Regional Infosegura, cree que “los hombres pueden examinar críticamente sus propias actitudes y comportamientos, reconociendo y corrigiendo actitudes sexistas o de control. Esto implica cuestionar y desaprender patrones de pensamiento y comportamiento que contribuyen a la violencia de género”.

 

Perfil de una mujer levantando el brazo derecho.

Foto de Miguel Bruna en Unsplash.

 

Si el 90% de las víctimas de violencia de género en la región son mujeres es que algo está fallando en los hombres, y todo comienza en la educación. “Los hombres pueden educarse a sí mismos y a otros sobre la violencia de género, sus raíces culturales y las formas de prevenirla” para convertirse en aliados efectivos, apunta Mora, para quien “participar de forma activa y comprometida de los hombres es crucial para lograr un cambio significativo en la sociedad”.

Varios movimientos y campañas han tratado de involucrar a los hombres como aliados. La campaña "HeForShe" de la ONU, por ejemplo, ha empujado a los hombres a tomar medidas concretas para apoyar la igualdad de género y combatir la violencia. Alberto García es encargado de proyectos de género del PNUD en República Dominicana. En su opinión, “las campañas de sensibilización, las capacitaciones, etcétera, son acciones efectivas, siempre que se aborden de la manera adecuada. Es importante saber explicar la teoría feminista sin que el hombre, como individuo, se sienta señalado o acusado”.

Según García, “la violencia contra las mujeres y las niñas es producto de las desigualdades sociales producidas por un sistema patriarcal, por eso, los hombres, como parte de esa sociedad patriarcal, y como mayoría que son en los puestos de poder y de toma de decisión, tienen un papel fundamental en la transformación de las tradiciones, cultura y actitudes patriarcales hacia relaciones equitativas y respetuosas y hacia la igualdad de género”.

Pasos pequeños para un objetivo muy grande
Cada hombre en su día a día puede ir cambiando actitudes y comportamientos. Y no necesariamente siempre propios, sino siendo un modelo para otros hombres. Acciones como no reír determinado tipo de bromas, reprender actitudes de acoso, o no restar importancia a las opiniones o sentimientos de las mujeres, son acciones que les convierten en modelos a seguir y agentes de cambio.

Según Alberto García, “La violencia contra las mujeres y las niñas es producto de las desigualdades sociales producidas por un sistema patriarcal. Por eso, los hombres, como parte de esa sociedad patriarcal, y como mayoría que son en los puestos de poder y de toma de decisión, tienen un papel fundamental en la transformación de las tradiciones, cultura y actitudes patriarcales hacia relaciones equitativas y respetuosas y hacia la igualdad de género”.

Fundamental es, también, que los hombres intervengan de forma efectiva ante situaciones de violencia de género para ayudar a las víctimas. Esto puede incluir desde llamar a la policía hasta ofrecer apoyo emocional. Desde Infosegura, Gerald Mora incide en que los hombres deben “intervenir de manera segura y efectiva cuando presencian o conocen casos de violencia de género”. Además, apunta, “es importante que denuncien comportamientos abusivos o participen en programas de intervención”.

En ocasiones, el activismo en defensa de la igualdad de género se ha visto menospreciado por ciertos sectores. Una actitud participativa de los hombres dentro de estos colectivos, así como una contribución económica constante para su mantenimiento, son fundamentales para reforzar el asociacionismo en la lucha contra la violencia de género.

García asegura en este sentido que “que la violencia de género no es algo que afecte a las mujeres exclusivamente: afecta a las familias, afecta a las empresas, afecta a las comunidades y afecta, por tanto, a la sociedad al completo, incluyendo también a los hombres”.

“Para erradicarla”, concluye el experto del PNUD, “es necesario que ellos sean los protagonistas en un proceso de reflexión y deconstrucción del rol de género masculino hacia una masculinidad positiva, no violenta, respetuosa e igualitaria”.